Cuando se es padre en cierto modo se vuelve a la infancia: dibujas, juegas y hasta hablas como tus hijos. Es el caso de David Beckham, que confiesa sentir una pasión desmedida por los clásicos bloques de Lego. "¿Qué querría ser si no hubiese sido un futbolista? Sé que no es una profesión, pero me habría gustado ser un constructor profesional de Lego". El deportista confiesa que hizo sus primeros 'pinitos' con los Lego en Milán, "donde tenía muchísimo tiempo libre". Tal vez el juego sea una vía de dar rienda suelta al trastorno obsesivo-compulsivo que sufre el futbolista, y le obliga a tener todo perfectamente ordenado y cuadriculado en casa. | Foto: Gtresonline
No hay comentarios:
Publicar un comentario