La 'celebrity' se ha enfurruñado porque un cirujano plástico mexicano, Víctor Ramírez, ha usado una fotografía suya en bikini para promocionar su clínica con el lema: "No arriesgue su belleza, ni su salud". Alertada por la web de cotilleos 'TMZ.com', Kim Kardashian ha puesto a su legión de letrados a trabajar y está estudiando una posible demanda. La morena ha aprovechado para explicar que una vez se puso Botox, pero no se plantea pasar por el quirófano porque tema acabar demasiado artificial y estirada. Cree que las mujeres de Los Ángeles no tienen medida en ese aspecto y aunque mejoraría algunas cosas de su cuerpo no quiere hacerlo a costa de hacerse un estropicio. Entre tanto, el avispado médico admite que no ha contado con el consentimiento de Kardashian para usar su foto: "Obviamente, no hablé con ella. No tengo su número". Querido doctor, la excusa resulta un poco floja. | Gtres