El actor ganador de un Globo de Oro, que protagoniza una pelea cuerpo a cuerpo en 'Sherlock Holmes' y actuó él mismo en la mayor parte de las escenas peligrosas en la cinta de superhéroes 'Iron-Man 2', está disfrutando de la nueva reputación que está adquiriendo en la gran pantalla y no piensa volver atrás. "Si el material es bueno y te gusta trabajar con la gente, ¿Por qué no?, 'Sherloch Holmes' ha sido una experiencia que ha cambiado mi vida. Hicimos un gran descubrimiento y me di cuenta de que era un buen proyecto. Me gustaría interpretar papeles como el del detective en un futuro, aunque por entonces tendré otro hijo y un viñedo sin alcohol", ha comentado Downey, de 44 años. El artista estadounidense, que está casado con la productora Susan Levin y tiene un hijo de 16 años de su anterior matrimonio, destaca su técnica disparando en 'Iron-Man 2' pero reconoce que le era difícil ponerse y quitarse el traje. "El traje era ligero, pero no lo suficiente para mi gusto. Estaba más seguro disparando en la segunda película pero queríamos tomarnos más tiempo. Intentábamos hacer una historia con más cuerpo, más fácil de seguir. Deseábamos hacer el guión lo mejor posible", ha declarado Robert a la web de Film Reporter. Downey comparte cartel en esta nueva entrega de 'Iron-Man' con Gwyneth Paltrow, Scarlett Johansson y Mickey Rourke.
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