Tras el fallecimiento de su madre, el pasado 2 de febrero, ayer Alexander McQueen nos decía adiós para siempre. Desde que se supo la triste noticia de su fallecimiento, las tiendas del diseñador se vistieron de luto y las flores se amontonaban frente a los escaparates en señal de duelo. Una de sus grandes amigas, Naomi Campbell, se acercó al local neoyorquino del creador muy afectada y ocultando su rostro bajo unas gafas negras. Kate Moss, mediante un comunicado, afirmó "estar devastada por la trágica pérdida de su querido amigo"; Vivienne Westwood precisó estar "increíblemente apenada"; John Galliano confesó "admirar a este revolucionario de la moda, audaz, original... que comprendió cómo ser un formidable embajador británico de la moda"; y Karl Lagerfeld no dudó en precisar que "su creatividad nunca fue banal, aunque siempre tuvo cierta atracción por la muerte y quién sabe si de tanto flirtear con ella te acaba atrapando".
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