Los comensales del lujoso restaurante italiano Lavo, en Las Vegas, se debieron quedar alucinados cuando, de repente, Orlando Bloom, acompañado por su novia, la modelo Miranda Kerr, la actriz Rosario Dawson y otros amigos, se quitó su carísima camisa delante de todo el mundo. Fue después de que un hombre le derramara una copa sobre su cuerpo, y ni corto ni perezoso, el actor hizo una llamada y en media hora un empleado llegó con tres ejemplares para que se cambiara. Lo que nadie se esperaba es que fuera a dejar su famoso torso desnudo delante de todos.
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